Vivir mata
digno de reseñar, salvo en la esquela.
De vivir a morir, la carabela
navega a impulsos de una bocanada
Oxigeno que arde en la enramada
cavidad del pulmón. Una candela
de papel donde dice: “El tiempo vuela”
Y el tiempo es la ceniza acumulada.
Fumemos, corazón, toda la vida
entre los dedos. Que al abrir la boca
emerja el humo que la vida apoca.
Fumémonos la muerte y consumida,
con el último aliento, de humo, un beso
por amor a la vida, flote ileso.
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