Por ser vos quien sois
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Cocino para vos. Pongo la mesa
procurando cambiar alguna cosa
y, cuando recogemos los cubiertos usados,
mientras que vos revisas
el correo en Internet,
hago un poco de té, para los dos (Té verde.
Antes solía ponerle unas hojas de menta).
Eres vos quien lo sirve. Después, acomodados,
dedicamos un tiempo a lo de siempre.
Vos a la teleserie que te tiene enganchada.
Yo a un programa de humor de ambiente progre.
Después salimos al paseo de la tarde
-la Nina no perdona ese momento-
y hablamos (vos más que yo, mi amor) de nuestras cosas.
Para cenar, lo hacemos cada cual según gustos:
Vos un menú de dieta, yo unas tapas surtidas
Luego algo de distracción, algo de sueño
y a la cama (aunque siempre vos primero).
Este es un día cualquiera. Mas lo bueno
es que estás vos. Cuando te marchas,
el tiempo que no estás no cuenta, es raro
que se mueva la aguja del reloj
hasta que vuelves.
Foto: Pontevedra