Soneto por la cara
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Nadie leerá una glosa por la cara
que desdibuja esta fotografía.
Del rictus pensarán que sonreía.
De su forma de ser, que era muy rara.
Tal vez esperarían que triunfara
en los cenáculos de la poesía
quien no lo mereció; solo sabía
encajar ripio a ripio con cuchara.
Se le vio con la pluma, absorto, inquieto
sobre un triste conato de soneto
sin acabar. Y así día tras día
En la foto parece que sonríe,
¡Qué va! No piensa en nada, no se fíe
¡Si lo sabré yo bien!: la cara es mía
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Nadie leerá una glosa por la cara
que desdibuja esta fotografía.
Del rictus pensarán que sonreía.
De su forma de ser, que era muy rara.
Tal vez esperarían que triunfara
en los cenáculos de la poesía
quien no lo mereció; solo sabía
encajar ripio a ripio con cuchara.
Se le vio con la pluma, absorto, inquieto
sobre un triste conato de soneto
sin acabar. Y así día tras día
En la foto parece que sonríe,
¡Qué va! No piensa en nada, no se fíe
¡Si lo sabré yo bien!: la cara es mía
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