El farolillo
.
.
.
Si no es por esta extraña
mujer que ha visto donde
no había más que ver,
donde había un farolillo
de feria, mustio, a un hombre.
Si no es por ella, digo:
¿Qué estaría yo escribiendo?
¿A qué ultramar sin dirección
mandando cartas? ¿Quién
lo habría recogido, mustio
farol de feria de papel, del suelo?
Y si no persiguiera, digo,
esta extraña mujer, fuera de horas,
cromos y caracolas, versos
cosas raras, ó, alguna vez
objetos que a nadie sirven:
¿Estaría este farol ahora luciendo?
¿Habría acaso otras ferias?
¿Luz? ¿Palabras como estas?
¿Estaría la noche tan llena de luciérnagas?
Si no es por esta extraña mujer
que duerme y no me apaga
ni siquiera durmiendo
y me ofreció su nombre y ahora
cuando lo escribo llama
a este farol despierto
y acudo. Si no fuera por eso…