Elefantes
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Los elefantes que guardan
las puertas, las tablas, puertas
de la ley, tactan desde su trompa
el líquido, su vista, aspiran
el rojo líquido, los bit-billetes
circulantes; elefantes guardianes
de las tablas, las puertas, las tablas
de la ley. Abarcan lejanos años,
su vista cuelgan en el magro futuro,
beben la sangre, lágrimas del incauto,
desprevenida, la puerta, guardan
la ley futura, lágrimas, su ley.
No hablan, no tienen deseos. Aspiran,
su larga trompa, nuestros deseos,
sacian los suyos. Husmea
la trompa billetes circulantes
para hacer, transformar, en su alambique
rojo líquido, lágrimas, bit/bytes
instantáneos, billetes circulantes,
las puertas, las tablas de la ley.
Elefantes sin cuernos, herbívoros colmillos,
solitarios guardianes, camaleones
camuflados de hombres sonrientes,
respetables, las tablas, las puertas de su ley.
6 Comments:
Que los elefantes no tengan un año chino ya es...
Beso mastodóntico.
M.
En mi imaginario infantil, influido quizás por aquel Sabu de Rudyard Kipling, los elefantes eran más de la India que chinos, pero estoy de acuerdo contigo en que, al menos hoy día, ese elefante que esbozo podría tener su año chino, o, su decada. o su siglo, quien sabe.
Beso mamutodontico o mamutémico o mamutoso, como se diga :-)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
hermoso tu poema y la ventana a ese Cáceres (?) que suena a piedra y condestables.
Un placer volver a pasear anudada mi mano a la trompa de tus elefantes
No tine nada que ver la foto con el poema. El poema intenta aprovecharse de la simbología del elefante para denunciar la especulación ciega, pero no sin intención, de los grandes grupos financieros.
La reiteración expresiva querría significar los pesados pero inexorables pasos de esa fuerza de la naturaleza humana que es la avaricia. Junto a ella esa otra pulsión vital que está representada, de una manera un tanto criptica, en la trompa/falo insaciable.
Hay algunas claves más, pero en definitiva esa era la idea. Esto es a lo máximo que llega en estos días mi imaginación, mi estimada Alicia. No estoy seguro de que tenga mucho sentido, en fin...
Un besote.
Confieso que en un principio la asociación de la foto con el poema me confundió, asociaba poder económico a iglesia, pero no me encajaba del todo para estos tiempos. Leído tu comentario me he aclarado y el poema cobra más sentido.
No es mala la asociación del elefante, poderoso paquidermo y montura de soberanos, con la ambición desmedida de los grandes grupos financieros, que en definitiva son los que hacen la política y manejan a los políticos, es decir los tienen amarrados por los congojos y les retuercen el cuello cuando hace falta. Todo es economía y a golpe de tecla, desde un ordenador, pones a temblar a los mercados. Y las leyes se hacen a la medida de los poderes financieros. Cierto que "Aspiran, su larga trompa" porque "nuestros deseos, sacian los suyos". Esa ha sido su manera de domesticarnos. En época de bonanza, había para todos y aunque fuera un trocito muy pequeño de su pastel nos conformábamos. Pero han llegado las vacas flacas, y a algunos no les quedan ni las migajas.
Manolotell me alegro de tu vuelta.
Un abrazo grande
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