Frente al mar
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Aquí estoy frente al mar, a que me hable.
Sé que me ve, me siente, paisaje con figura,
los colores, la melancolía, el verde mate
de un árbol a mi espalda que ennoblece
el difuso boceto de edificios, farolas,
el desgarrón de nubes pardas, altas
y mi quietud. Yo quiero que me hable
de su universo azul grisáceo y lato.
Que me diga qué oculta su trajín incansable,
su propósito, o que piensa de mí
con sus furtivas olas, su ligero
respirar, arrastrando suspiros
abisales y oscuros. Que me hable
sin responder, sin preguntar,
sin causa; del modo en que se habla
a un amigo lejano que no sabe
ni recuerda y todo le sorprende.
Le guardaré el secreto de espuma de sus lágrimas.
4 Comments:
Tienes la facultad de arrastrar con tus versos, una veces transparentes y otras azul grisáceo, pero siempre profundos y avasalladores.
Un placer reencontrarte, amigo.
Gracias Luisa. Cada vez más menos azul y más a ras de red. Un placer para mi también el eco en tus palabras.
Un besote, amiga
Dejarse hablar por lo de fuera es una necesidad que rompe esta vida absurda que mantenemos con los de fuera.
Un abrazo
Mencionaba Sabina en un verso de un soneto (luego modificado para una canción) a "los teléfonos que hablan con los ojos"
"Lo de fuera" habla nuestro propio lenguaje. Habla con nuestros sentidos y nos devuelve limpia nuestra imagen. No ocurre igual con "los de fuera", siempre un espejo curvado y distorsionante.
Por eso, a veces, viene bien al espíritu escuchar "lo de fuera", aun cuando sean las quejas de una Naturaleza herida de muerte por la irresponsabilidad y la avaricia humanas.
Gracias por tu visita que si soy capaz de salir de esta galvana trataré de corresponder.
Un abrazo, amigo
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