Las cajas precintadas
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Se echa de menos eso,
la urgencia de partir, cambiar de trenes,
amanecer en aldeas deshabitadas,
llegar donde nadie nos espera,
aprender de los muros de musgo de un convento,
recoger a un soldado en la autopista
Pensar en el regreso… En el regreso.
Y se sueña con cables y herramientas,
lugares familiares en los que no se ha estado,
con la conversación que terminó en diluvio,
las sabanas mojadas
y un gajo de la luna sin prisa entre dos nubes.
Se echa de menos un cruce de caminos
la elección, el gusto de perderse
en cualquier carretera
el riesgo de las alas y del humo,
el encuentro, el fortuito desenlace,
el otro que uno fue cuando atrapaba
una sonrisa,
el brillo,
el brillo,
el brillo.
Y el borrón de los nombres en la agenda
que ya no tienen rostro ni memoria.
Uno extiende la vista y solo encuentra
las cajas precintadas.
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Se echa de menos eso,
la urgencia de partir, cambiar de trenes,
amanecer en aldeas deshabitadas,
llegar donde nadie nos espera,
aprender de los muros de musgo de un convento,
recoger a un soldado en la autopista
Pensar en el regreso… En el regreso.
Y se sueña con cables y herramientas,
lugares familiares en los que no se ha estado,
con la conversación que terminó en diluvio,
las sabanas mojadas
y un gajo de la luna sin prisa entre dos nubes.
Se echa de menos un cruce de caminos
la elección, el gusto de perderse
en cualquier carretera
el riesgo de las alas y del humo,
el encuentro, el fortuito desenlace,
el otro que uno fue cuando atrapaba
una sonrisa,
el brillo,
el brillo,
el brillo.
Y el borrón de los nombres en la agenda
que ya no tienen rostro ni memoria.
Uno extiende la vista y solo encuentra
las cajas precintadas.
4 Comments:
Maeztro, tú no cambias... bueno sí, cambias a mejor, si es que eso es posible. :-) Es una delicia "apretujarse" a tus versos y dejarse llevar por los caminos y torrentes que provocan.
¡Un abrazo enorme, mi amigo!
Se echa de menos, sobre todo, a algunos amigos. Supongo que es algo natural pero no por eso menos importante.
Gracias, Luisa, por tu calor y tu amistad. Un beso fuerte querida amiga.
"Se echa de menos eso,
la urgencia de partir, cambiar de trenes," Hermoso... Saludos
Perdona la tardanza, pero no había visto tu comentario que no puedo por menos que agradecerte.
También echo de menos la lectura de aquellos tus relatos cortos, llenos de fantasía pero impregnados del realismo mágico de los mejores escritores que he leído.
Un besote.
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