Un pez al descubierto
Claro que no estás tú, que, bien recuerdo
lo gordo de tu ausencia. No estás y ya no importa
porque todo el dolor se vuelve frío
cuando el tiempo lo doma. Su jugada
es volver y volver; y tú no vuelves.
Como la gota a punto de caer que mece el viento
no termina de hallar, mi voz, el tallo
de las voces perdidas. La memoria
no ayuda demasiado, siembra espacios
en blanco en sombras grises.
La memoria es un pez al descubierto
que no acaba de ser. No es. No ha sido.
Claro que tú no estás y acaso un verso
no pueda contener, no te contenga
pues no puede contenerse todo el aire
que las palabras llevan que dijiste.
Un verso, un cuenco, aire
de ayer ¡Adónde habrás volado
que ni el perfume de la voz impregna
de ti las horas amarillas!
He mirado hacia atrás,
un frío simún agota los sentidos.
Nada me sigue. Solo ha sido el invierno
Claro que no estás tú y ya no importa.
posted by manolotel | 1:43 p. m.
5 Comments:
Estimado ManoloHotel. Mi querido gran Muftí. Ciertamente las ausencias son gordas y aunque de éter, pesan.
El poemas y los dones qué en él nos dejas está plagado de lágrimas a veces secas y otras frescas.
Ves, amigo mío, vuelvo a beber a la fuente de tus versos, la sencillez de tu vida, tu enorme respeto y la amistad que sólo nos robará la parca.
Confío que se quede en poema y no sea la resolución poética al dolor aceptado.
Un abrazo Gran Muftí
En la foto:
puede que el sol esté ya en Rabat pero el bañista regresa.
En el poema:
me hiciste buscar simún, ¿acalorado frío? ¿es posible? Sí, según tu frío simún.
Aprecio demasiados peces. Al descubierto lo llevan mal. Yo estoy a la espera de un siluro. ¿Viste BIG FISH? Gran película sobre esa gran ficción que es la realidad.
Poema de ausencias semillado de versos plácidos, incluido este:
cuando el tiempo lo doma (al dolor).
Hola de nuevo estimado amigo. No. No hay dolor, solo eso que lees y que no sé si he sabido expresar. Una mezcla de esto y de aquello, huecos, colores tal vez... tiempo. Pero, sí, poesía. O al menos lo que yo entiendo por poesía.
Desde luego el eter solo esconde, no disuelve la amistad y me alegro un montón de leerte cerca.
Un abrazo, como siempre, fuerte
Grata y nada Indiscreta es tu presencia en este rincón de palabras, menos yermo ahora.
Frío simún; pobre oxímoron para un viento que hace arder a las piedras pero hiela lo que deja atrás; peces que se desnudan al sol de los recuerdos y que, por otra parte, seguramente no son los que fueron ni, quizás tampoco, el gran pez que tan fantásticamente evoca la película.
Un besote por el reencuentro y por la voz, antigua pero siempre fresca.
Qué bello!
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