Sin Plan
No pensaba siquiera conocerte
me daba igual saber dónde habitabas,
qué te encendía, o, contra qué luchabas.
Mi plan era estar lejos de tu suerte.
Pero jugó el azar y jugó fuerte.
Nos unió. Te besé. Tú me mirabas
y saltaron sin más todas las trabas.
Ahora sin ti no quiero ni la muerte.
Mi lucidez es un puro extravío,
mi plan se ha disipado en el vacío,
mi indiferencia es un ayer inerte.
Se quedó sin poder mi no-buscarte,
se queda sin usar mi no-besarte.
No tiene ya qué hacer mi no-quererte.
.
me daba igual saber dónde habitabas,
qué te encendía, o, contra qué luchabas.
Mi plan era estar lejos de tu suerte.
Pero jugó el azar y jugó fuerte.
Nos unió. Te besé. Tú me mirabas
y saltaron sin más todas las trabas.
Ahora sin ti no quiero ni la muerte.
Mi lucidez es un puro extravío,
mi plan se ha disipado en el vacío,
mi indiferencia es un ayer inerte.
Se quedó sin poder mi no-buscarte,
se queda sin usar mi no-besarte.
No tiene ya qué hacer mi no-quererte.
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Etiquetas: Sonetos
3 Comments:
Uy, uy, uy, Manolotel. No eres el Manolotel que yo conocí hace tiempo.
Sabes que soy sincera: tus versos de antes me llegaban más. Ahora, yo, entre estar enamorada y escribir versos no lo dudaría.
Un besote.
Querida Sofía, debo decir, aunque no haría falta porque creo que se nota que en realidad los versos originales eran los tres últimos y el resto, algo más forzados, se han construido después solo para darles una mínima apoyatura contextual.
Una cosa no quita a la otra. No es cuestión de elección entre escribir o estar enamorado sino de elegir (mejor) el desarrollo.
Se agradece la sinceridad y la compañía.
Un beso
Tal vez lo que le suene raro sea la estructura (impecable, por otro lado) del soneto clásico, Sofía. Ahora los versos sólo (huy, se me escapan las tildes todavía) riman en las canciones, y ni siempre.
Pero a mí me encantan. ¿Para cuando esas liras garcilasianas?
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