Comiendo en el chiringuito
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Mi amigo Sebastian es camarero
de un chiringuito próximo a la playa.
Es un "pofesional", nunca le falla
el tacto al atender a un forastero.
Antesdeayer, tres tipos con dinero
(y el bar abarrotado a toda tralla)
pidieron un biftec de cada talla:
poco hecho, quemado y medio entero.
Mi amigo lo anotó y a la cocina
de comanda pidió: "¡Tres de fileteee!"
sin más disposición ni más pamplina.
Ya con los tres biftecs vuelve derecho
a la mesa y pregunta formalete
¿Para quién, por favor, el poco hecho?
4 Comments:
¡Ese soneto güeno!
(Y ortodoxo, a fe mía).
Muy amable, don Micro.
Y real como la vida misma. Además cuando hay tanta bulla y hemos estado esperando el filete media hora, nos lo comemos sin protestar, esté como esté, por no tener que esperar media hora más, o, irnos sin comer.
Muito abrigado, digooo... obrigado
Me descojono del tema y me admiro de la "facilidad" para el soneto.
En una peli antigua, en blamco y negro, en la que la pareja se está haciendo una casa, ella le dicta al jefe de obras el color de cada habitación: "Esta, le dice, del azul del mar, pero precisamente de ese azul que toma cuando inicia el poniente". Y así. El jefe de obras dice entender y apreciar cada matiz. Cuando se han ido, le dice a los pintores. Azul, gris, verde claro...
Sí, algo parecido, amigo Nán :-)
En estos trabajos cara al público siempre hay profesionales que tienen mucha facilidad para enfrentarse a determinadas situaciones con altas dosis de convicción (y mucha cara).
No se me dan mal estos sonetos en broma. Los serios ya es otra cosa.
Un abrazo fuerte, querido amigo.
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