En ante y en ente... Naturalmente
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Un instante intranscendente,
un momento inoperante
y aquello que era importante
se nos muestra indiferente.
Huye el deseo de repente,
como un aroma fragante
vuela del papel secante
que dejamos al relente.
Aunque la sed nos aliente
y la fuente esté delante
seguimos la ruta errante
sin reconocer la fuente,
diciendo inmediatamente
con idiotez indignante:
"No tengo sed", "No es bastante"
O: "Era un agua muy corriente".
La mayoría de la gente
se comporta en ese instante
como al soplar el Levante
que aturde y deja demente.
Por eso precisamente,
antes de actuar y ante
una situación cambiante
hay que utilizar la mente.
¡So ignorante!
(Suprimo lo de ignorante)
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2 Comments:
Ésta, con su permiso, me la copio.
Úsela a su gusto, D. Micro.
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