Buceo
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Sumergido en el alma de este pecio,
que alguna vez fue un blog,
entre corales y algas de la memoria,
descubro las palabras
que descargué hace tiempo,
su pólvora ya húmeda
de la intención de entonces,
pero la voz intacta.
Busco los comentarios
que corresponden,
enredados de piel,
de abrazos y de olvidos,
mecidos por las olas subterráneas
de la amistad, y evoco
la sal de los viajes compartidos,
las bromas y la salsa
de risas y de encuentros.
Aún me parece oír
esas caritas alegres dibujadas.
Es tiempo de volver.
Es tiempo de subir y respirar
el smog de la calle, los anuncios
y el agresivo ulular
de otras Sirenas
que un día nos llevarán como a cualquiera
donde no vuelve nada.
5 Comments:
Tal vez ahora las sirenas, las del agresivo ulular, son como los almuédanos que nos recordaban que todo en este mundo se acaba o es tan frágil como una hueva. Las otras nunca las oí, pero seguro que tú sí.
Es un poema tan bonito que me ahogo como una cangreja a sus orillas.
¡Tan fragil como una hueva! ¡Que chulería de frase! (Y no se me ha ocurrido a mí... grrr):-)
Cantos de sirenas creo que están a la orden del día, pero los que emiten las Sirenas de verdad solo es posible sentirlos en lo más profundo y a veces nos conducen a imprevisibles pero gloriosas tempestades.
Gracias amiga. Un besote.
Se me olvidaba: un beso.
Y feliz día.
M.
No por tardar en actualizar lo apreciable se apecia.
:-)
Mientras las palabras sigan jugando, disfrazándose, levantando sonrisas de complicidad como en el caso de tu comentario, creo que los pecios volveran a salir a la superficie a navegar
Gracias, Nán
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