Silver Kane está con su Hada Negra
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Como muy bien dijo Alejandro Jodorowsky: “Estas novelitas están muy bien escritas, entretienen a rabiar, son crueles y supermachistas, están embebidas en un surrealista sentido del humor… Es tan anarquista su contenido que me sorprende que Franco no mandase fusilar a Silver Kane”.
Hoy no está Silver Kane. Es una pena
porque yo me bebí sus mil novelas,
del Oeste en pastas blandas, cuando joven
y el tiempo aquel que compartimos
sus novelas y yo, sobre la cama,
sentado en la azotea, en el parque,
en un banco cualquiera, aún hoy
me corre por las venas. Silver Kane,
o sea Francisco González Ledesma;
un escritor de masas, cuando menos
se hablaba de estas cosas: gracias
por escribir. En mí tampoco has muerto.
Cita y foto tomadas de:
http://blogs.elnortedecastilla.es/vicentealvarez/2010/09/13/el-hada-negra/
posted by manolotel | 2:36 a. m.
6 Comments:
No fui aficionado a estas novelas en mi juventud; creo que tan sólo leí una durante la mili, y porque no tenía otra cosa que echarme a los ojos. Aun así, reconozco que escribir mil novelas tiene mérito. Tanto Silver Kane, como M. Lafuente Estefanía, acercaron el oeste americano tanto como lo pudo hacer J. Ford a través del cine. Creo que tu homenaje, partiendo de lo particular, está más que justificado.
Un abrazo.
A decir verdad no leí tantas. No era buena literatura, pero eran baratas y echabas el rato. No está de más este pequeño homenaje a estos escritores entonces anónimos y humildes que mitigaron con sus mínimas epopeyas un tiempo gris y absurdo.
Un abrazo.
Corín Tellado, en su género, publicó 4000 títulos y yo creo que sin negros. Del Oeste yo solo recuerdo haber leído las de Zane Grey y siempre en verano, que se presta más a la ensoñación y el relajo.
Muy bonito homenaje, me encantó.
Un abrazo.
Muy bueno también Zane Grey. De Corin Tellado supongo que se podría decir lo mismo. En el caso de Paco G. Ledesma consiguió con el paso de los años reivindicar su buen hacer literario con premios muy merecidos, aunque, creo que todos los mencionados y algunos otros, al margen de los valores literarios, merecen al menos un recuerdo de los que los disfrutaron.
Un besote, mi estimada amiga.
Yo no sabía que las novelitas del Oeste de Kane, que eran las favoritas del jubilado que tenía una casita mínima en la terraza comunal, que me enseñó a tocar la guitarra usando rancheras, y que me prestó docenas de esas novelas durante los veranos (novelas que me "bebía"), era el padre de mi admirado Enric González.
LA revista Fiatlux ha publicado un antiguo texto de Enric donde cuenta cómo era la Editorial Bruguera en la que trabajaba su padre, hasta que avergonzado se encerró a escribir una novelita popular a la semana para dar de comer a la familia.
Creo que te gustará:
http://revistafiatlux.com/requiem-por-francisco-gonzalez-ledesma/
Gracias por el enlace. Me he podido evitar emocionarme con ese artículo, estimado Nán. Habla de una época y de unos hechos que me resultan familiares. Mi madre también fabricaba jabón casero que mi hermano, vendía casa por casa. Ahora es fácil exculpar o asignar maldades, pero en medio de aquella tremenda represión lo más importante era sobrevivir.
Un abrazo
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