Dos meses y pico
Para Rosana en su embarazo
Hay otra vida más, otra presencia
en tu interior que late y mulle el nido
de arrulladora carne que has tejido
para trocar la nada en existencia.
De ti se nutre, tú eres su procedencia,
su Dios provisional, luz y sentido
del que toma conciencia y el sonido
de tu sangre, su única evidencia.
Nada, a partir de ahora, compromete
tu corazón tanto como esa vida,
pequeño ser, todo cabeza y ojos
y aunque no abulta más que un cacahuete
ya ha aprendido a elegirte la comida
y a hacerte suspirar con sus antojos.
Etiquetas: Sonetos
6 Comments:
Una composición medida, envuelta en ternura...como las palabras...cordones umbilicales para el alimento de quien las necesita para subsistir.
Olimpia.
No podía ser menos, mi estimada Olimpia. El milagro de la palabra cuando sale del corazón para tratar de acercarse, de comprender, el milagro de la vida.
Un abrazo, amiga.
Dulce soneto para quien espera un hijo, aunque toda embarazada se basta a sí misma y recibe cualquier regalo como un tributo merecido.
En el fondo, el poema demuestra el asombro del hombre por lo que cualquier madre considera natural :)
Un beso.
Tienes razón Lula. Yo siento lo mismo que los primitivos pobladores de la tierra debieron sentir por los fenómenos naturales, maravillosos y enigmáticos: asombro, adoración, reverencia.
Todo el proceso, incluidas las especiales relaciones de una madre con su hijo me parece una experiencia que los hombres pueden intuir pero no comprender del todo.
La ternura que trasciende del poema, tiene su origen, como le contesté a Olimpia, en mis propis sentimientos, porque se trata de un soneto a mi hija que, ¡la pobre!, según me dijo, se "jartó" de llorar cuando se lo envié.
¡Qué bonito! Yo quiero uno...
Bueno, mejor me callo.
LL
¿Tu también quieres un hijo?
;)
Un besote mi lady
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