Buceo
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Sumergido en el alma de este pecio,
que alguna vez fue un blog,
entre corales y algas de la memoria,
descubro las palabras
que descargué hace tiempo,
su pólvora ya húmeda
de la intención de entonces,
pero la voz intacta.
Busco los comentarios
que corresponden,
enredados de piel,
de abrazos y de olvidos,
mecidos por las olas subterráneas
de la amistad, y evoco
la sal de los viajes compartidos,
las bromas y la salsa
de risas y de encuentros.
Aún me parece oír
esas caritas alegres dibujadas.
Es tiempo de volver.
Es tiempo de subir y respirar
el smog de la calle, los anuncios
y el agresivo ulular
de otras Sirenas
que un día nos llevarán como a cualquiera
donde no vuelve nada.