Hubo voces
Hubo voces, pero no se oyeron
Manda la propaganda y su mensaje
atruena torvamente: ¡Miedo! ¡Miedo!
y su secuela: ¡Hacemos lo posible!
Aquello retumbaba en las Cadenas
de Medios Oficiales. Un rumor de cadenas,
de manos a la espalda. “No se puede
hacer más que aquello que nos dejan”
Y el eslogan crecía propagándose:
“Os daremos más Dios a cambio de paciencia”
“Todo fue vuestra culpa a fin de cuentas”
“Venimos a salvaros”… Y esas cosas.
Solo temor y ruidos. Sin embargo,
pese a todo, hubo voces. Muchas voces.
Un clamor impotente y silencioso
de indignación y de hambre. Voces.
Solamente pasó que no se oyeron.