El juanete
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Ella tenía un juanete en un dedo del pie
y un marido exiliado que después volvería
enfermo, perseguido y sin poder ejercer.
Con él tuvo seis hijos y a todos los quería.
Pero el mayor murió muy niño; al parecer
debido a una severa y tonta pulmonía
- pues Fleming no alcanzaba al "pobre" todavía-
y le quedaron cinco para dar de comer.
Trabajó muchos años; a diario recorría
a golpe de zapato, para ahorrarse el tranvía,
el camino a la ida y el camino al volver.
Dejó de trabajar cuando ya no tenía
más que un marido bueno que no la conocía,
cinco hijos mayores y un juanete en el pie.