Retrato por retrato
Miro la foto. Un niño, manos en los bolsillos
del mono ( gris, según recuerdo ) me mira a mi y sonríe.
Soy yo sonriéndome. Pero no puede hablar,
contarme en su mirada que pasa al otro lado del retrato.
Quizás están mis tías al lado de la cámara
que se traga la cabeza del fotógrafo,
mientras su mano permanece levantada
cual imposible pájaro.
Una luz potentisima me ciega
congelando la estática sonrisa... Pero:
¿ Donde pasó ? ¿ Como era entonces ?
No me contesta. Y si pudiera hablar, preguntaría:
¿ Quien eres tú ? ¿ Desde donde me llamas ?
Entonces, yo, con canas, estático, sonrisa congelada,
negativo irreal de su futuro nada contestaría.
Retrato por retrato.