Poemas que inspiran un poema
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Leer dentro de las palabras lo que en susurros labran,
oír atentamente con los ojos abiertos ritmos, luces, pautas
y seguir con los dedos pasando puerta a puerta, páginas,
lo que el poeta escribe, sin levantar el oído de la alargada
hilera de signos que conversan, suspiran, llueven, callan.
Luego, cerrar el libro y después que se olviden las palabras
tomar la pluma y en cualquier superficie lisa y blanca
con silenciosa tinta anudando en letras la destellante ganga
escribir el poema: La mariposa es una flor posada...
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